Los cristales y el color
- Casa Om
- 11 sept 2018
- 3 Min. de lectura

Mucha gente pregunta cómo funcionan los cristales o cómo actúan en el cuerpo y la mente. Desde hace casi un siglo, la ciencia ha mostrado que todo está hecho de energía: una roca, un árbol, un río, el ser humano. Las mismas piedras angulares crearon la tierra y a todas las criaturas que viven en ella, y la única diferencia es cómo están unidas esas piedras. Por lo tanto, se deduce que ya estamos hechos de elementos similares, es posible que tengamos una conexión con todo lo que nos rodea, y los cristales son otra parte de esa imagen. Alguna gente —los nativos norteamericanos, por ejemplo— aún creen que todo está vivo, incluso las rocas. Si te sientes atraído por un cierto cristal o piedra, es porque resuena contigo.

Hemos visto que la luz, dividida en los colores del espectro, puede tener efectos perceptibles en el cuerpo y la mente. La luz es energía. La luz proyectada a través de estructuras cristalinas puede ser incluso más potente, como la utilizada en algunos láseres, en las que los rubíes o zafiros se utilizan para crear rayos de luz de alta concentración de partículas. Los cristales reflejan diferentes colores por su composición mineral; nos atrae por su color, su forma y su belleza. En este sentido, se puede decir que el reino mineral se comunica con nosotros.
¿Cómo se utilizan los cristales de colores?
Sostener, llevar y utilizar diferentes cristales y minerales durante miles de años ha conseguido que se asocie con efectos curativos específicos. Un ejemplo es la hematites, un ágata verde oscuro con manchas rojas. La apariencia espectacular de estas motas rojas recuerda a la sangre, así que la piedra la llevaban los guerreros porque se decía que detenía las hemorragias de las heridas. Se podría considerar esto como simple superstición, pero a veces una creencia poderosa puede producir resultados reales.
Actualmente, las experiencias de la gente con los cristales son muy individuales. Por ejemplo, una mujer de negocios que tenía un trabajo estresante y muy dinámico, jamás se le pasó por la mente que algo como un cristal podría ayudarla a relajarse. Un amigo le dio un cuarzo rosa; instintivamente ella respondió al color y comenzó a dormir con el cuarzo debajo de su almohada. Es sabido que el cuarzo rosa tiene efectos curativos extremadamente suaves en todo el sistema.
De la misma manera que los diferentes rayos de color tienen distintos efectos, si te sientes especialmente atraído, por ejemplo, por las piedras verdes, probablemente sea que necesitas energía verde en tu vida, quizá alguna curación relacionada con tus emociones.
Elegir cristales basándonos en el color es una forma sencilla de explorar el reino mineral y de averiguar más sobre ti mismo y tus necesidades de energía.

Es importante reconocer la preciosa naturaleza de estos extraños minerales y tratarlos con respeto. Es fácil olvidar que la razón por la que se pueden conseguir es que se han extraído de la tierra, a veces con la intervención directa de los humanos. Tener la conciencia del proceso que creó los cristales en su primera ubicación te ayudará a desarrollar un respeto por los cristales que decidas coleccionar.
Ya sea que simplemente los tengas en tu espacio, los lleves puesto o los utilices con fines terapéuticos, son regalos de la Madre Tierra.
Fuente: "Cristales", de Jennie Harding.
Comments