top of page

El problema...

  • Foto del escritor: Casa Om
    Casa Om
  • 28 dic 2017
  • 3 Min. de lectura

Escrito por: Paloma Bahamondes, Terapeuta Integral


Casa Om

Todos los seres humanos, ya sea por su historia personal o por la historia de nuestros ancestros o incluso por la sociedad en la que nacimos, de una u otra maneras vamos sorteando diversos problemas en nuestras vidas. Al igual que una serie de televisión, la vida se va desarrollando en distintos capítulos, y cada uno de esos capítulos nos presenta algún problema que requiere una solución, ya sea grande o pequeño.


Ya en nuestra infancia se presentan los problemas como un desafío para seguir avanzando, desde el comenzar a caminar hasta los grandes problemas que nos aquejan cuando nos vamos haciendo adultos ya sea a niveles mentales, emocionales, físicos o espirituales. Y es ahí, en esa búsqueda de soluciones cuando nos vamos llenando de inseguridades y miedos que van poniendo piedrecitas en nuestro camino.


Como terapeuta, a diario me toca ver personas que parecieran buscar un problema para vivir, para sentirse validados, útiles, necesarios para los otros. Inconscientemente buscan aquel aspecto de sus vidas que de una u otra manera los va a complicar. Hay personas a las que escucho con atención, que observo detenidamente y realmente me doy cuenta de que están llenos de problemas y es difícil, pero no imposible, que salgan adelante con tantas cargas encima. Pero hay otras personas que supuestamente teniéndolo todo en la vida, una familia que los contiene, una pareja a la que aman, hijos, un buen trabajo, un buen pasar económico, son igualmente infelices y pareciera que buscan algún problema para obstaculizar su propio camino.


Gracias a mi labor y poniendo atención en cada una de las personas que he conocido en este camino, he podido entender el hilo conductor de estos “problemas”. Y no es más ni menos que el miedo, miedo al futuro, miedo a la aceptación, miedo a no “encajar en la sociedad”, miedo a envejecer, miedo a no sentirse amado; pero el principal miedo de la gran mayoría de los seres humanos es el miedo a mirarse a sí mismos. Ese es el miedo que nos paraliza, que no nos deja seguir creciendo ni avanzando en nuestro camino. Es el miedo que nos hace proyectar en el otro todas nuestras carencias, nuestras sombras e inseguridades. Aquel miedo que nos va a llevar indudablemente a cambiar algún aspecto de nuestra vida que no queríamos tocar ni mirar.


Cuando una persona busca su propia sanación relatando todo lo malo de su vida: el trabajo que no les gusta, la familia que no los comprende, los amigos que ya no están, una pareja ausente, nuestra gran tarea como terapeutas es llevar a esa persona a un profundo autoconocimiento y al entendimiento de que por más que parezca estar rodeada de un mundo tan negativo y hostil, es porque de alguna manera el universo se ha encargado de poner frente a ella todos esos aspectos que están dentro de sí misma y que debe descubrir, mirar de frente, reconocer, aceptar e integrar en su vida.


El gran problema finalmente es enfrentarse a aquel instante en donde silenciamos nuestra mente, calmamos nuestro espíritu y por unos minutos nos atrevemos a mirarnos a nosotros mismos, sacando todo lo externo, nuestras relaciones, nuestro quehacer diario. Ese momento en donde estamos solos, en donde nos enfrentamos a nuestro Ser interno, y nos damos cuenta de que la vida es tan simple y hermosa. Cada día decidimos hacer de nuestra vida un problema, porque necesitamos inconscientemente ir resolviendo trabas para validarnos frente a nosotros mismos y frente a los demás. Pero cuando nos damos cuenta de que no hay nada que probar a nadie, porque todo lo que sucedió, sucede y sucederá es perfecto, “decidimos” ser felices, aunque estemos en medio del peor torbellino de nuestra vida.


Si sientes que estás en ese torbellino, aprovecha de mirar a tu alrededor mientras flotas por el aire, y date cuenta de que ese viento alocado te está permitiendo mirar nuevas realidades, nuevos horizontes, nuevos comienzos de tu propia historia. 


Comments


bottom of page